Mexicanos festejan canonización de Juan Pablo II
Las celebraciones continuarán en la Basílica de Guadalupe.
Entre mil 500 y dos mil personas acudieron en la catedral de Ciudad de México a una misa celebrada de manera simultánea a la ceremonia de canonización de los Papas Juan Pablo II y Juan XXIII en el Vaticano.
En el país que Juan Pablo II visitó en cinco ocasiones (1979, 1990, 1993, 1999 y 2002) las celebraciones comenzaron hacia las 9:00 de la noche del sábado, cuando congregaciones de fieles entonaron himnos en la Catedral mientras sacerdotes predicaban las virtudes de los nuevos santos.
Hacia las 3:00 de la mañana del domingo las prédicas y cantos se interrumpieron para seguir la transmisión de la ceremonia en el Vaticano.
"Es una celebración", dijo Norma Gallardo, quien fue una de las personas que acudió desde el comienzo de las celebraciones y anticipó que permanecería en la iglesia hasta las 7 de la mañana, cuando terminara el festejo. "Es muy importante ser testigos de cómo se canoniza a gente de nuestros tiempos como Juan Pablo II, y aún Juan XXIII que fue más bien de tiempos de nuestros abuelos, pero que fue el papa bueno, y el que generó que todos podamos participar de manera más abierta con la iglesia".
Las celebraciones continuarán en la Basílica de Guadalupe, donde Juan Pablo encabezó la ceremonia de canonización de Juan Diego en 2002, con la develación de una placa conmemorativa. En el mismo templo se llevará a cabo una misa en la que participará el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, acompañado del presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano José Francisco Robles Ortega y del secretario general de la CEM Eugenio Lira.
Otra feligresa, María Inés Rivera, habló del vínculo que hay entre los creyentes mexicanos y uno de los nuevos santos. "Los que venimos aquí es por fe, fervor a Jesucristo y pedirle a Juan Pablo II que interceda por nosotros. Aprendimos a orar con Juan Pablo II, él movió muchos corazones en el mundo, no solamente en México".
La CEM exhortó a los fieles a continuar la celebración de la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII enfocando espejos al sol para "iluminar" la ocasión, de manera similar a la usada para despedir al pontífice durante sus visitas al país.